jueves, 26 de febrero de 2015

Josue/Y'shúa el Sucesor de Moises

Como vimos en la historia de José, cuando el pueblo de Israel entra a Egipto por medio de José, quien era gobernador de este país, entró Jacob su padre con todos sus hermanos y los hijos y esposas de ellos (70 personas en total), este pueblo comenzó a multiplicarse en gran manera y los hijos de Jacob tuvieron mucha descendencia, entre ellos los descendientes de Efraín hijo de Jacob nació Nun, leamos Números 13:8 “De la tribu de Efraín, Oseas hijo de Nun”. Oseas, cuyo significado es “Salvación” fue el nombre original de Josué, el cual fue cambiado por Moisés años más tarde (según Números 13:16) y cuyo significado es “Jehová es salvación”.

Josué nació en los tiempos en que el pueblo de Israel era esclavo de Egipto, pero cuando fue creciendo y cuando el pueblo de Israel ya había salido de Egipto estuvo siempre al lado de Moisés, leamos Éxodo 33:11 “ Y hablaba Jehová a Moisés cara a cara, como habla cualquiera a su compañero. Y él volvía al campamento; pero el joven Josué hijo de Nun, su servidor, nunca se apartaba de en medio del tabernáculo.” En este versículo vemos que Josué era servidor de Moisés, por lo que podemos saber que Josué recibió muy buena influencia de parte de Moisés, pues como ya vimos en mensajes anteriores Moisés fue un hombre con mucho liderazgo, con mucho vigor para servir la obra de Dios y aprendió a ser un hombre muy manso.

Estando en el desierto en camino hacia Canaán la tierra prometida, Dios pide a Moisés que designe a 12 hombres (1 de cada tribu) para ir a Canaán con la finalidad de espiar a los habitantes de aquel lugar y descubrir sus debilidades para luego poder atacar y tomar todas esas ciudades, entre estos espías estaba Josué, leamos Números 13:16 “Estos son los nombres de los varones que Moisés envió a reconocer la tierra; y a Oseas hijo de Nun le puso Moisés el nombre de Josué.” Es a partir de este momento que Oseas hijo de Nun comienza a llamarse Josué.

Dice la Biblia en el capítulo 13 del libro de Números que estos 12 hombres fueron a Canaán a espiar ese lugar, y luego de 40 días estos hombres volvieron con reportes a Moisés, pero vemos que hubo discrepancia entre lo que dijeron Josué junto con Caleb (de la tribu de Judá) en comparación con lo que dijeron los otros 10 hombres. Primeramente veamos lo que dijeron los otros 10 hombres: leamos Números 13:32 “Y hablaron mal entre los hijos de Israel, de la tierra que habían reconocido, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra que traga a sus moradores; y todo el pueblo que vimos en medio de ella son hombres de grande estatura.” Estos hombres volvieron a Moisés con un reporte lleno de pesimismo y negativismo, en números capítulo 14 vemos que a causa de este reporte el pueblo de Israel lloró y se quejaron en gran manera contra Moisés y Aarón diciendo: “¡Ojalá muriéramos en la tierra de Egipto; o en este desierto ojalá muriéramos! (Números 14:2)”

Sin embargo el reporte de Josué y Caleb fue muy diferente, ellos a pesar que habían visto hombres de gran estatura y que habían ciudades con grandes murallas de piedra tuvieron un reporte optimista y pudieron ver que Dios a pesar de esas dificultades podía darles esa tierra. Leamos Números 14:6-9 “Y Josué hijo de Nun y Caleb hijo de Jefone, que eran de los que habían reconocido la tierra, rompieron sus vestidos, y hablaron a toda la congregación de los hijos de Israel, diciendo: La tierra por donde pasamos para reconocerla, es tierra en gran manera buena. Si Jehová se agradare de nosotros, él nos llevará a esta tierra, y nos la entregará; tierra que fluye leche y miel. Por tanto, no seáis rebeldes contra Jehová, ni temáis al pueblo de esta tierra; porque nosotros los comeremos como pan; su amparo se ha apartado de ellos, y con nosotros está Jehová; no los temáis.” Con esta palabra vemos que Josué y Caleb vieron las cosas muy diferentes a los otros diez hombres, y tras esto los 10 hombres que hablaron mal contra Canaán les cayó una plaga que les quitó la vida miserablemente, en cambio Josué y Caleb quedaron con vida (Números 14:36-38 y Números 26:63-65).

Quiero hacer un paréntesis para invitarlos a meditar en lo siguiente: ¿qué pronóstico le darías tú al planeta tierra para los próximos 50 años? ¿Cómo consideras tu vida a mediados del siglo 21? A lo mejor estarás pensando cosas como éstas: “Obviamente el fin del mundo está a la puerta” o “Yo no creo que esté vivo para el 2050” etc. Pero quiero decirte que estos reportes son pesimistas, pues ciertamente si vemos por televisión todas las cosas que ocurren en el mundo y todas las alteraciones que se ven en nuestro planeta, pareciera que todo tiene un final triste y fatalista, pero con esto quiero anunciarte que a pesar de toda esta realidad gris, es posible pensar como lo hicieron Josué y Caleb, si has pensado que es imposible salir del hoyo en que la humanidad está inmersa te digo que hay una salida, hay alguien que puede sacarte de todo esto antes de que tu vida termine, te estoy hablando de Jesús, a quien si tú decides entregar tu vida, aunque vengan epidemias, terremotos y caos total al mundo, nosotros los que hemos creído en Jesús podemos tener un punto de vista completamente optimista, así como el de Josué y Caleb quienes vieron las cosas no con sus ojos humanos, sino con ojos espirituales. Y aunque para la mayoría todo tiene un final triste, nosotros los que creemos en Jesus no vemos las cosas como tristes, porque sabemos que la sangre del Mesias nos libró de morir espiritualmente y pasar la eternidad ardiendo en llamas, más bien el Mesías nos ha dado vida eterna con Él en el reino de los cielos. ¿Quién dice ¡Amén!?

Volviendo al mensaje, pasaron 40 años en los que Moisés estuvo en el desierto con el pueblo de Israel, tiempo en el cual pasaron muchas cosas, pero la más relevante para este mensaje es que Moisés en una oportunidad recibió quejas del pueblo porque no había agua para beber, y él consultando a Dios recibe la dirección de golpear una peña de la cual brotaría agua para todos, sin embargo, cuando Moisés lleva a cabo la orden, lo hizo con ira y golpeó la peña dos veces en lugar de una como Dios lo había ordenado, tras este hecho Moisés fue excluido de entrar a la tierra prometida, más Dios le permitió verla de lejos y él antes de morir de 120 años de edad pudo contemplar la grandeza de estas tierras y pudo saber que Dios estaba cumpliendo con todas sus promesas. Pero el pueblo por sí solo no podía entrar a ese lugar, ya que sin un liderazgo como el de Moisés el pueblo rápidamente se hubiese envanecido y perdido la bendición de poseer esas tierras, por lo que Dios decide levantar a un sucesor: Josué.

En la Biblia podemos encontrar varias referencias en las cuales Dios muestra que sería Josué quien sucedería a Moisés en su labor de guiar al pueblo de Israel a la tierra prometida. En Números 27:18 dice: “Y Jehová dijo a Moisés: Toma a Josué hijo de Nun, varón en el cual hay espíritu, y pondrás tu mano sobre él” Deuteronomio 1:38 dice: “Josué hijo de Nun, el cual te sirve, él entrará allá; anímale, porque él la hará heredar a Israel.” Y Deuteronomio 31:23 dice: “Y dio orden a Josué hijo de Nun, y dijo: Esfuérzate y anímate, pues tú introducirás a los hijos de Israel en la tierra que les juré, y yo estaré contigo.” Con estos versículos queda claro la voluntad de Dios sobre este hombre de fe llamado Josué.

En nuestros días (a más de 3500 años de esta historia) podemos ver que aunque han pasado muchísimos siglos, el nombre de Josué sigue siendo recordado, y esto es así porque Josué al igual que Moisés envejeció y alguien debió suceder la labor que estaba realizando, y actualmente hay muchos cristianos que están llevando el evangelio a todos los rincones de nuestro planeta y en nuestro país la Palabra de Dios está llegando incluso hasta las más remotas poblaciones indígenas en las que las diferencias de idioma y distancia no son obstáculo para difundir el evangelio, sin embargo, muchos de los hombres y mujeres de fe que han estado trabajando durante muchos años ya están envejeciendo al igual que Moisés y es necesario que hayan personas dispuestas a continuar con esta preciosa labor. Pero la pregunta es: ¿Quiénes están dispuestos a tomar esta decisión? Con este mensaje tú hermano(a) que estás leyendo estas líneas quiero que sepas que Dios está buscando personas que quieran suceder la labor que hicieron las personas que nos hablaron e hicieron que conociéramos de Dios y así como ha habido personas que te han hablado de Dios, es necesario que también tú hables a otros de Él.

Tal vez te estés preguntando: ¿De qué forma puedo yo suceder la obra de Dios? ¿Cómo va a usarme Dios a mí si yo he hecho cosas muy malas en mi vida? Pero con este mensaje quiero comunicarte que Dios no está interesado en saber cuántos pecados cometiste en tu pasado, lo que él quiere son personas dispuestas. Por la gracia de Dios mi esposa y yo fuimos llamados por Él y hemos sido enviados por Dios a esta bella ciudad de Mérida en los Andes venezolanos, para expandir el evangelio y suceder la obra que en Caracas han hecho los misioneros Juan y Ana Seo, y aunque en nuestra vida pasada cometimos muchas faltas, Dios no vio en nosotros los errores sino la intención de corregirlos y llevar de ahora en adelante una vida de servirle y establecer iglesia en este lugar.

De los hechos que se narran en el libro de Josué considero de vital importancia destacar (resumiéndolos) 3 de ellos:


1.       La travesía por el río Jordán (Josué cap 3 y 4 completo): en estos capítulos se aprecia que el pueblo de Israel volvió a vivir lo mismo que vivió cuando al salir de Egipto pasaron por el mar Rojo… ¡En seco! (Josué 3:16,17) Este espectacular milagro que Dios hizo a través de Moisés lo repitió estando Josué al frente del pueblo de Israel, pero en esta ocasión en camino de entrada a Canaán. Concretamente en dirección hacia Jericó, ciudad que se encontraba cercana y la cual sería la primera en ser conquistada por Josué y es el suceso del que les hablaré en lo que sigue.
2.      La destrucción de Jericó (Josué cap 6 completo): esta ciudad estaba muy cerca del río Jordán y por consiguiente era una ciudad bien establecida, y se destacaba por poseer unas murallas bien fortificadas, que parecían ser indestructibles, pero si Dios dijo que Jericó era heredad para su pueblo es porque tiene el poder de hacerlo, y más impresionante aún es la forma en que Dios dirigió a Josué para hacerlo realidad. Dios ordenó a Josué que 7 sacerdotes dieran 1 vuelta a la ciudad durante 6 días y al séptimo día junto con el ejército dieran 7 vueltas, posterior a eso los sacerdotes debían tocar sus bocinas y los soldados del ejército de Israel debían gritar con todas sus fuerzas, y cuando esto hubo ocurrido los muros cayeron desmoronados como galleta de soda… ¿Qué tal? Por supuesto no fue el grito lo que derrumbó los muros sino la mano de Dios actuando cuando sus siervos obedecen al pie de la letra lo que Él ordena, de aquí que para nosotros los cristianos es tan importante el ser obedientes a la Palabra de Dios.
3.      El sol se detuvo en Gabaón (Josué cap 9 y 10 completo): Josué luego de tomar a Jericó tomó otras ciudades, pero los habitantes de Gabaón fueron astutos y usando la malicia y la manipulación persuadieron a Josué de hacer alianza con ellos y así no tener guerra ni muertos a causa de las luchas, y así fue. Sin embargo, hubo alianza entre reyes de otros poblados de Canaán para hacer guerra, y finalmente ocurrió el conflicto de guerra, a lo que Josué siguiendo la orden de Dios obtuvo la victoria, sin embargo, la forma de esta victoria es la que es impresionante: el sol se detuvo durante casi un día, o mejor dicho ¡el movimiento de rotación del planeta se detuvo! (Josué 10:12-14) ¡Qué cosas maravillosas experimentan los que siguen y sirven al Dios Todopoderoso! Jeremías 33:3 dice “Clama a mí y yo te responderé, y te enseñaré cosas grandes y ocultas que tú no conoces” Josué clamó a Dios y Él le respondió, así mismo si nosotros clamamos a Dios Él nos oye y nos responde y podremos ver manifiestas grandes cosas que nosotros no conocemos.

Bien hermano(a) por medio de esta Palabra quiero decirte que si estás leyendo estas líneas es porque Dios quiere que tú formes parte de ese gran número de sucesores que en estos momentos están siendo convocados por Dios y que están tomando protagonismo en la expansión de la gloria y la palabra de Dios en este mundo tan desviado de la realidad. Lo más importante no es tener mucha capacidad ni habilidades, lo más importante es que tomes decisión firme de comenzar a seguir a Dios y comiences a hacerlo llevándolo a la práctica con cosas muy pequeñas, a lo mejor eres de los que no oran a Dios a diario ni de los que han leído casi la Biblia, si es así… ¡Qué buena forma de comenzar que con oración y lectura diaria de la Biblia! Por el contrario si ya eres de los que tiene tiempo en la iglesia y tienes ya este hábito entonces ¡es momento de tomar decisiones firmes en cuanto a la misión de Dios en tu vida! Pero en ambos casos se necesita de personas dispuestas y decididas a continuar la obra que otros han venido haciendo, y así como Josué sucedió a Moisés, nosotros tenemos esa gran misión de suceder a los diferentes hermanos que han venido trabajando para llevar la palabra de Dios hasta lo último de la tierra. 

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