La mayoría
de nosotros cuando escuchamos este nombre pensamos de inmediato en una película
que se hizo acerca de él llamada “Sansón y Dalila”, pensamos en un hombre que
tenía mucha fuerza, la cual estaba muy relacionada con lo largo de su cabello,
y que estando en una reunión muy grande de personas se colocó en medio de dos
columnas y derribó toda la estructura matando a muchas personas, sin embargo,
hay muchas otras cosas que desconocemos acerca de este interesante personaje
bíblico las cuales veremos hoy en este mensaje, y quiero que no sólo veamos la
vida de Sansón como una historia interesante, sino más bien veamos que nuestra
vida no debe ser como la que vivió Sansón.
Esta historia comienza con una
familia de la tribu de Dan, Manoa y su mujer, pero esta familia tenía una
dificultad, no podían tener hijos a causa de la esterilidad de la mujer de
Manoa (Jueces 13:2). Pero la Biblia dice que el ángel de Jehová se le apareció
a esta mujer y le anunció el nacimiento de un hijo a pesar de su esterilidad,
pero este hijo no sería como cualquiera de los niños, leamos Jueces 13:5 “Pues he
aquí que concebirás y darás a luz un hijo; y navaja no pasará sobre su cabeza,
porque el niño será nazareo a Dios desde su nacimiento, y él comenzará a salvar
a Israel de mano de los filisteos.” Dios tenía para Sansón un plan antes de
nacer, como lo dice la Biblia el niño sería dedicado a Dios desde su nacimiento
y por medio de él Dios liberaría a Israel, quienes desde hacía 40 años habían
estado oprimidos por los filisteos (Jueces 13:1).
En el versículo anterior vimos que
Sansón sería nazareo, y para comprender esta historia es necesario primero
hablar acerca del significado del nazareato. En el libro de Números capítulo 6
podemos ver en detalle en qué consiste el voto del nazareato, esta palabra
habla que ser nazareo es ser apartado para dedicarse a hacer la obra de Dios
(ya sea de manera temporal como hizo el apóstol Pablo o desde su nacimiento así
Samuel y Juan el Bautista) y los que son apartados para ser nazareos deben
cumplir con unas normas durante todo el tiempo que dure su compromiso de
nazareato:
Primero no podían beber vino ni sidra, ni tampoco comer uvas frescas ni secas (pasas). Los judíos les gustaba mucho tomar vino en las comidas (el vino tiene excelente propiedades digestivas) y en las celebraciones como las bodas (que duraban 7 días) el ingrediente principal era el vino, pero aunque en el pueblo judío esta práctica era muy común, los nazareos no podían hacerla, ¿por qué? Porque el licor tiende a tomar control sobre las personas cuando es consumido en abundancia y el nazareo para mantener su pureza y dedicación a Dios no puede estar dominado por los efectos del vino, sino dominado por la voluntad de Dios exclusivamente.
Segundo no podían acercarse a cuerpo muerto. Los nazareos no podían bajo ninguna circunstancia acercarse a ningún cuerpo muerto, ya que la muerte representa la paga del pecado por los pecados, por lo tanto un cuerpo muerto es inmundo. Dice la Biblia que ni siquiera podían acercarse al cuerpo de su madre ni hermanos si llegaban a morir para no contaminarse.
Tercero no podían pasar navaja sobre su cabeza. Los nazareos no podían cortarse el cabello, pues el cabello largo representaba que Dios estaba encima del nazareo, y el acto de no cortarse el cabello representaba la aceptación de la soberanía de Dios sobre la vida del nazareo, por esta razón no debían cortarse el cabello.
Entonces Sansón como nazareo debía guardar todas estas cosas, no sólo por una temporada, sino durante toda su vida, pero ¿cómo fue la vida de Sansón? ¿Pudo ser Sansón un hombre dedicado a servir a Dios como el ángel de Dios lo anunció a su madre? Veremos que no fue así, más bien Sansón llevó una vida contraria a cumplir el nazareato, veamos en qué sentido esto fue así:
Primero Sansón incumplía la orden de no beber vino: aunque la Biblia no dice de manera explícita que Sansón haya bebido vino, sí dice que estuvo en banquetes. Leamos Jueces 14:10 “Vino, pues, su padre adonde estaba la mujer, y Sansón hizo allí banquete; porque así solían hacer los jóvenes.” En los banquetes al igual que en las bodas el ingrediente primordial era el vino y por el estilo de vida carnal y liberal que llevaba Sansón es casi imposible pensar que nunca tomó vino.
Segundo Sansón incumplió el acercarse a cuerpos muertos. Sansón no sólo se acercó y tocó cuerpos muertos, sino que él mismo fue quien les quitó la vida a muchas personas. Para mostrar un ejemplo leamos jueces 15:15 “Y hallando una quijada de asno fresca aún, extendió la mano y la tomó, y mató con ella a mil hombres.” Sansón a lo largo de su vida le quitó la vida a muchísimas personas, y realmente en este aspecto de su vida estuvo muy pero muy lejos de vivir como un nazareo y estuvo muy lejos de vivir para servir y agradar a Dios.
Como vemos Sansón por dejarse llevar sólo por lo exterior conoció a una mujer que literalmente le destrozó la vida: ¿Saben de quién les hablo? ¡Seguramente que si! Dalila, y por su deseo carnal Sansón se enamoró de ella. Los filisteos supieron aprovechar esta debilidad de Sansón, y sobornaron a Dalila para que ella les informase en qué consistía la fuerza de Sansón. Un día Sansón estaba acostado con Dalila de lo más cómodo, ella le ofreció comidas y bebidas, le dio un masaje, le besó y le alegró con todo lo que podía hacer, pero repentinamente le preguntó: “Yo te ruego que me declares en qué consiste tu gran fuerza, y cómo podrías ser atado para poder dominarte.” (Jueces 16:6) Al oír esta pregunta Sansón podía pensar que ella tenía mala intención de quitarle su fuerza y posiblemente pensó en rechazarla. Pero como Sansón estaba enamorado, comenzó a jugar con ella, diciéndole mentiras. Primero le dijo: “Si me ataren con siete mimbres verdes que aún no estén enjutos, entonces me debilitaré y seré como cualquiera de los hombres.” (Jueces 16:7) Entonces Dalila le ató y dijo: “¡Sansón, los filisteos contra ti!” Y Sansón rompió los mimbres como si fuese un pabilo. Entonces Dalila se molestó y le dijo a Sansón: “He aquí tú me has engañado, y me has dicho mentiras.” (Jueces 16:10) Después Sansón le dijo que era como los demás hombres si lo ataban con cuerdas nuevas, luego con tejer siete guedejas de su cabeza con la tela y asegurarlas con la estaca, pero eran mentiras y Dalila cada vez se molestaba más diciéndole que Sansón no la amaba. De esta manera Dalila presionaba a Sansón todos los días y él tenía más conflictos internos y angustias por ella, y esta situación fue así hasta que ella manipulando los sentimientos de Sansón logró finalmente le dijera que su fuerza venía de su cabello. Así que ella logrando su objetivo le cortó su cabello y Sansón perdió su fuerza, luego vinieron los filisteos, le sacaron sus ojos, lo metieron en la cárcel como esclavo y lo pusieron en una rueda de moler.
Quiero antes de continuar dejar claro un detalle para evitar cualquier confusión, la Biblia dice que Sansón cuando declaró a Dalila el secreto de su fuerza era por el cabello largo, pero esto no se refiere a un hecho literal, es decir, no era el cabello de Sansón lo que hacía que el fuese muy fuerte, en realidad era el poder de Dios que estaba sobre él. Como ya vimos antes, de los requisitos del nazareato Sansón sólo cumplía el de no cortarse el cabello, y por ese hecho Dios por misericordia hacia él permitía que Sansón mantuviese su fuerza, pero cuando Sansón por su debilidad confiesa a Dalila su secreto y pierde su cabello, ya no había nada que hacer, leamos Jueces 16:20 “…Pero él no sabía que Jehová ya se había apartado de él.”
Nuestra vida también se puede ser destruida a causa de nuestro deseo carnal. Las mujeres y los hombres incrédulos pueden destruir nuestra vida de fe. También por llevar una vida carnal el Espíritu de Dios se puede apartar de nosotros y podemos llevar una vida muy miserable. Así que debemos guardar nuestro corazón de nuestros deseos de la carne.
Muchos de nosotros aunque estamos buscando a Dios y asistiendo a nuestra congregación podemos pensar ¿Qué ocurrirá si por mi debilidad peco? ¿Dios podrá perdonarme por mis errores y debilidades, por segunda y tercera vez? ¡Pues si! Dios nos pide que no pequemos por gusto y a través de la biblia nos dice qué cosas debemos hacer y cuáles no, pero si en algun momento caemos en el pecado el mismo nos da la fuerza para salir y levantarnos y aplastar ese pecado. Sansón aunque perdió su fuerza y fue esclavo, tuvo un tiempo para meditar en el error que cometió mientras estuvo preso como esclavo y mientras tanto el cabello le crecía de nuevo, como señal de que Dios estaba dispuesto a reconciliarse con él. Finalmente llegó un día en el que los filisteos quisieron hacer burla pública de Sansón, pero él pidiendo a alguien que lo guiara a los pilares de la estructura donde estaba tuvo a nivel espiritual un despertar, leamos Jueces 16:28 “Entonces clamó Sansón a Jehová, y dijo: Señor Jehová, acuérdate ahora de mí, y fortaléceme, te ruego, solamente esta vez, oh Dios, para que de una vez tome venganza de los filisteos por mis dos ojos.” Sansón en este momento de su vida pudo entender el verdadero valor de obedecer a Dios y clamó a Él y de inmediato recobró su fuerza y pudo derribar las columnas principales y murieron ese día miles de filisteos, muchos más de los que Sansón mató en toda su vida (Jueces 16:30).
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